sábado, julio 17, 2004

me esta doliendo la vida..
de impotencia de saber que por mas esfuerzos de muchos sigue habiendo tantos dolores tan grandes como dificiles de curar
y el arbol continua desojandose y la oscuridad se cierne sobre nosotros y nuestros hijos....
y no anochezco pesimista aunque para mi sea tan claro hoy que  hay seres humanos usando toda su capacidad creativa y toda su dispocision fisica para aumentar el caudal de los rios de sangre intuyendo en esta la respuesta para imponer el orden y la justicia para todos.
seres hhumanos que mientras nosotros cantamos y recorremos las calles y los escenarios se encuentran reunidos poniendonos en listas del terror con fechas de vencimiento y que se estan armando hasta los dientes de odio, blindando su corazon ...cerrando sus ojos. y pensando en cerrar nuestras bocas para siempre.
y la guerra continua paseandose de verde por los campos y de negro por las funerarias alimentandose de lagrimas y gritos,  habitando pueblos fantasmas, calles fantasmas  y corazones muertos de miedo.
me duele la vida de impotencia....
pero hay una llama encendida que esta calentando mis deseos
que le esta dando sentido a mis sonidos. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

2600 METROS MÁS CERCA DE LAS ESTRELLAS




Escribo aunque mis manos evidencien mi cansancio y mis ojos se rehúsen a cerrar, a pesar de que la cama invite al sueño, a un mundo impenetrable que seduce a los que buscan desesperadamente una ventana de escape al mundo irrisorio de lo terrenal. Continuo moviendo mi mano como si estuviera empezando a formar parte del esfero y de la hoja, línea tras línea voy desglosando, exorcizando mis pensamientos, ¿ o serán mis sentimientos?.. ¿O será de nuevo esa mezcla ambigua, agridulce entre ambos? No lo se, pero por si acaso sigo plasmando letra por letra, entrelazando frase por frase, separando unas palabras de otras con puntos o comas, para lograr que todas permanezcan en el lugar en que deben estar, y como en una sinfonía cada una cumpla su rol dentro de la perfecta armonía del arte de transmitir lo que todos vivenciamos como humanos, pero que muy pocos se atreven a divulgar.


Yo no soy vocalista de una banda de rock, tampoco una poeta bohemia y taciturna, mucho menos la líder política que necesita el país, tampoco soy hombre, ni estrella, ni futbolista, ni pintora, ni Nóbel de literatura… Pero cuando escribo puedo ser la mejor vocalista de rock, la poeta que hasta cuestiona el caer de una hoja, la prócer que mueve masas e impulsa con su retórica impresionante, el hombre que con su genital externo, a veces también suele llorar… puedo ser una estrella, no importa si fugaz, de la constelación de Capricornio o de la Osa Mayor, el futbolista que con sus piernas mueve el balón y en ese acto insignificante hace vibrar a más de un corazón, la artista que con sus pinceles y su lienzo crea otro paisaje , su paisaje y la Nóbel de Literatura que el mundo jamás ha conocido y que con sus páginas logro marcar mentes, corazones e incluso puedo escribir que tu y yo somos uno, que caminamos en una fría noche tomados de la mano en una ciudad que dicen, está 2600 metros más cerca de las estrellas.
LAURA QUICENO