Mañana la entrada al lanzamiento sera libre
7pm
calle 10 # 3-16
19 de abril
c

Para octubre de 2003, nos encontrábamos en México dando un concierto del proyecto LA RESISTENCIA, y recuerdo que mientras probábamos el sonido en la tarde, yo jugaba con algunos acordes en el piano.
Sin saber, fueron las primeras notas de una obra llamada LA GLORIOSA; a su vez los primeros acordes del disco ALAS DE PRUEBA 3.

Cuatro años después, exactamente ayer, casi 3.17 PM, llegaba a mi puerta el camión con los discos cuyo track número 7 es la forma final de aquella obra que empezó en México y que posteriormente, junto con 10 temas más, están convertidos y compilados en ALAS DE PRUEBA 3.

Anoche, pude entonces oír uno por uno los temas de éste disco y fue como ver desfilar frente a mis ojos personas, lugares, días y un catálogo de emociones que me hicieron recordar toda la materia prima con la que pude construir cada detalle, cada acorde allí consignado.

Es absolutamente mágico poder revivir los momentos específicos en los que compuse cierto fragmento, o encontré las palabras para aquella frase, o cuando di por cerrados círculos interminables de acordes…con los que me enfrentaba por meses. Un verdadero inventario que dá cuenta de lo que ha sido la vida de los últimos años...lo que soy ahora y la forma en que he decidido encarar y confrontar el futuro.

Algo interesante me sucedió cuando decidí escuchar la obra más antigua compuesta en 1995, de corrido con la última, de enero del 2007. Ambas, separadas por el abismo de cuanto en esos 12 años ellos ha podido suceder…

Fue tan inusitado como leer en secuencia la primera y la última de entre miles de páginas de un libro...o, la sensación pasmosa que produce despedir a alguien y volverlo a encontrar meses después…como esa forma, tan sobrecogedora de ver la transformación…un espejo implacable de quien se fue y de quien se quedó.

Tengo que reconocer que una gran suerte de elementos mejoraron sensiblemente con los años: la grabación, la técnica o la manera de tocar de cada uno de nosotros; la forma de componer, el rigor de cada compás y sobretodo la capacidad de traducir el sentimiento, casi siempre caótico, en música descifrable para los oídos de quien nos escucha.

Recordé que 10 años atrás y sin un centavo....entramos en un auditorio casi al escondido. En ocho horas, sin micrófonos ni equipos suficientes para grabar, logramos ese primer disco, el que fuera el primer capítulo de ALAS DE PRUEBA y que publicamos con un préstamo que jamás pudimos pagar.




En enero de 2007, tantos años después y con 5 discos como nuestro soporte, estábamos de nuevo grabando…esta vez con 200 horas en un estudio con la última tecnología, el piano mas fino del país, 3 asistentes técnicos y hasta un conductor que para evitar el debilitamiento de nuestro estado físico o nuestra concentración nos llevaba a cualquier parte…así tantas tantas cosas.

En estas líneas, lo que encuentro realmente maravilloso y para hacer énfasis es que aunque con algunas diferencias, hay algo que jamás se alteró con más dinero o más tiempo o más horas sentado frente al instrumento....

El amor por un oficio no responde a las condiciones externas

Tanto en el ‘97 como ahora en el 2007, una fuerza poderosa guió los pasos del proceso; una firmeza y una decisión inquebrantables de realizar el sueño me acompañaron allí sentado en esos pianos.
Tanto a los 23 como a los 33 la única certeza fue y sigue siendo el placer infinito de hacer lo que me gusta…
Tanto en AUSENCIA # 1 como en CRUZA EL PUENTE, cada sonido allí grabado brotó del alma, estrujó primero una emoción y luego presiono una tecla. algo del corazón hacia el universo sin reparos.

Todo este tiempo después no he perdido el apetito, ni la curiosidad, ni la fe en lo que hago, ni la alegría que me produce el ejercicio diario de tocar, componer grabar y dar conciertos.


Un compositor legítimo, está lejos de ser un buen samaritano o una persona particularmente iluminada. Por el contrario, para que la obra sea creíble, eficaz y con una paleta de emociones abundante, debe entenderse, auto-concebirse y saberse dueño de un poder único para crear con sensibilidad desmedida. Pero esa sensibilidad debe ser tan poderosa que el creador será siempre humilde y consciente de su propia humanidad; una suerte de anfibio que es capaz de caer y hurgar en las profundidades y al mismo tiempo salir volando con las intenciones mas blancas hacia el cielo.

En este disco, me reconozco acercandome a ser ese compositor íntegro.
Y este intento es el que se manifiesta al poner PLAY.